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Encuentra consuelo, fortaleza y guía en la oración
“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11:9).

Dios es tu Padre Celestial y te ama. En cada etapa de la vida, Él está contigo y te escucha cuando oras. Puedes acercarte más a Dios y Jesucristo a medida que aprendes a hacer tus oraciones más personales. Sea cual sea tu situación, puedes encontrar fuerza, consuelo y dirección divina cuando ores con fe y sinceridad.

Aprende a conectar con Dios mediante la oración personal. Programa una visita con los misioneros.

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La oración puede bendecir la vida de las personas:


Qué esperar de tu visita con los misioneros

Estamos entusiasmados por conocerte y ayudarte a fortalecer tu conexión con Dios por medio de la oración. Esto es lo que podría ser tu visita:

  • Nos conoceremos mutuamente.
  • Oraremos juntos.
  • Hablaremos sobre la forma de orar y cómo reconocer las respuestas a las oraciones.
  • Te invitaremos a orar y adorar con nosotros en la iglesia.
Un hombre orando con la cabeza inclinada y las manos atadas

La oración es uno de nuestros recursos más preciados. Incluso cuando parece que Dios está lejos, Su guía nunca está fuera de nuestro alcance. A medida que practiques hablar con Dios de una forma abierta y constante, Su presencia puede bendecir cada faceta de tu vida.

Aprende más sobre la oración

Cómo orar

Comienza encontrando un lugar tranquilo donde te sientas cómodo hablando con Dios (ya sea en voz alta o en tu mente). Cuando comiences tu oración, siempre es bueno dirigirte a Dios por su nombre. Podrías intentar decir “Querido Dios”, “Querido Padre Celestial”, “Padre nuestro que estás en los Cielos”, o simplemente “Dios”. Luego, abre tu corazón y comienza una conversación sobre lo que sea que esté en tu mente. Tus palabras no tienen que ser rebuscadas o memorizadas. Puedes pedirle a Dios ayuda, dirección, perdón, sanación o cualquier otra cosa que necesites. Finalmente, expresa agradecimiento a Dios por todas las bendiciones en tu vida. Cuando estés listo, puedes terminar tu oración diciendo: "En el nombre de Jesucristo. Amén”.

Qué pedir en tu oración

La oración puede ser una conversación personal entre tú y Dios. No dudes en compartir con Él tus esperanzas y deseos, tus miedos, tus luchas y tus éxitos. Puedes orar por ti mismo, por otros, o simplemente para conectarte con tu Padre Celestial.

Cómo responde Dios a las oraciones

La forma en que Dios responde a las oraciones varía dependiendo de las circunstancias individuales. Es importante recordar que Dios siempre escucha tus oraciones, pero Su guía puede venir de varias formas diferentes. Mientras buscas Su dirección, puede ser útil buscar respuestas en los pensamientos y sentimientos que provienen de Su Espíritu Santo mientras estudias las Escrituras, pasas tiempo en lugares sagrados y buscas consejo inspirado de tus seres queridos. Si aún te resulta difícil escuchar Su voz, debes saber que está bien. Intenta tener paciencia y estar lleno de esperanza mientras continúas orando a Él con fe. Reconoce que Dios siempre está ahí, incluso cuando parece que está en silencio.

Las bendiciones de la oración

A través del poder de la oración, puedes encontrar respuestas a preguntas, consuelo en medio del caos del mundo, fortaleza para superar desafíos y orientación en tiempos de confusión. La oración también puede ayudarte a desarrollar una relación personal con Dios e infundir confianza en tu identidad como uno de Sus hijos.  

Los misioneros pueden ayudarte a acercarte más a Dios mientras te esfuerzas por hacer tus oraciones más personales. Juntos podemos aprender a reconocer las respuestas de Dios y seguir Su consejo. Agenda una visita para reunirte con nosotros, orar con nosotros y aprender más sobre los beneficios de la oración en tu vida diaria.

4 formas de hacer que tus oraciones sean más significativas:

1. Minimiza las distracciones

Antes de orar, busca un lugar tranquilo donde puedas estar solo. Silencia tu teléfono y tómate un momento para despejar tu mente.

2. Imagina hablar con un padre amoroso

Dios es el ser más poderoso del universo, pero también es tu Padre. Mientras oras, intenta visualizar Su rostro lleno del amor que Él tiene por ti.

3. Ora desde el corazón

Cuando ores, sé abierto y honesto acerca de cómo te sientes. Puedes usar la oración como una oportunidad para expresar amor y gratitud, compartir decepciones y frustraciones, y buscar consejo en todas las áreas de tu vida.

4. Tómate un momento para reflexionar

Cuando termines de orar, presta atención a cualquier pensamiento o sentimiento que te venga a tu mente. A veces, la guía de Dios llega cuando le damos tiempo para responder.

Preguntas frecuentes

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