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Encuentra un nuevo comienzo en la vida a través del bautismo en el nombre de Jesucristo
“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).

Hace dos mil años, Jesucristo fue bautizado por inmersión por Juan el Bautista. Para seguir el ejemplo de nuestro Salvador, limpiar nuestros pecados y recibir el Espíritu Santo para guiarnos, también debemos ser bautizados por alguien que tenga autoridad de Dios. Cuando emprendemos este paso crucial en nuestro viaje hacia el Padre Celestial, podemos comenzar de nuevo, limpios y liberados de la carga del pecado, tantas veces como nos arrepintamos.

Aprende acerca del poder del bautismo. Programa una visita con los misioneros.

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El bautismo trae cambios positivos a tu vida


Qué esperar de tu visita con los misioneros

Estamos entusiasmados por conocerte y ayudarte a reconocer la gracia de Dios en tu vida. Esto es lo que podría ser tu visita:

  • Nos presentaremos.
  • Oraremos juntos.
  • Hablaremos sobre Jesucristo y por qué es importante seguir Su ejemplo de bautismo.
  • Te invitaremos a orar y adorar con nosotros en la iglesia mientras te preparas para tu bautismo.
Juan el Bautista bautizó a Jesucristo en el río Jordán

El bautismo por inmersión para el perdón de los pecados es un paso en el camino hacia la paz, la felicidad y la plenitud en la vida, a medida que nos esforzamos por guardar los mandamientos de Dios continuamente.

¿Qué es el bautismo?

El bautismo es un concepto familiar en todo el cristianismo. Para los Santos de los Últimos Días, el bautismo es un ordenanza (un acto sagrado y formal) que consta de dos partes esenciales: el bautismo por agua y el bautismo por el Espíritu (también llamado “confirmación”). Cuando te bautizas, la persona que realiza el bautismo pronunciará que la ordenanza se lleva a cabo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Te sumergirá brevemente en el agua y te sacará de nuevo. Esto representa que tus pecados han sido lavados. También representa la muerte y Resurrección de Jesucristo.

La confirmación generalmente tiene lugar poco después del bautismo. Alguien pondrá sus manos sobre tu cabeza y te bendecirá. En esta bendición, te dará el don del Espíritu Santo, que es una promesa divina de que el Espíritu Santo puede ser tu compañero constante para consolarte, enseñarte, protegerte y guiarte mientras te esfuerzas por seguir a Dios. Cuando la ordenanza haya terminado, te convertirás en miembro oficial de la Iglesia restaurada de Jesucristo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

¿Por qué debería ser bautizado?

El proceso va más allá de un ritual; es un compromiso y una expresión de tu compromiso interno de seguir el ejemplo de Jesucristo lo mejor que puedas. Cuando te bautizas, prometes recordar siempre a Cristo y seguir diligentemente Sus enseñanzas. A cambio, Dios promete que siempre tendrás Su Espíritu para guiarte. Tus pecados son lavados, dejándote limpio y puro. Por supuesto, todos seguiremos cometiendo errores. Pero puedes renovar ese proceso purificador cada semana en la iglesia cuando tomas el pan y el agua del sacramento en memoria del Salvador.

¿Necesito ser bautizado?

Dios desea que des este paso esencial. Esto se debe a que ninguna cosa impura puede habitar en Su presencia (véase 3 Nefi 27:19 en el Libro de Mormón). Dios nos ama a todos y espera que podamos regresar a vivir con Él algún día, por lo que proporcionó el bautismo y otras ordenanzas para prepararnos. Estas deben ser realizadas por alguien que posea el sacerdocio, la autoridad de Dios dada a las personas en la tierra. El bautismo solo es necesario para aquellos que saben cómo elegir entre lo correcto y lo incorrecto, por lo que no bautizamos a los bebés.

¿Qué hace que los bautismos de los Santos de los Últimos Días sean diferentes?

La autoridad del sacerdocio es un poder sagrado de Dios dado a las personas en la tierra para dirigir y administrar Su Iglesia restaurada, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. De la misma manera que un matrimonio requiere una licencia para ser reconocido legalmente, las ordenanzas como el bautismo deben ser realizadas por esta autoridad celestial para ser reconocidas por Dios.

Aunque cualquiera puede sentir el Espíritu Santo de vez en cuando, otro beneficio del bautismo por la autoridad adecuada es el don constante del Espíritu Santo. Si la persona permanece digna, el Espíritu Santo estará al alcance para guiar, enseñar e inspirar durante el resto de su vida.

Si has sido bautizado antes pero no estás seguro si tu bautismo fue realizado por la autoridad del sacerdocio, los misioneros pueden ayudarte. Y si nunca has sido bautizado y sientes el deseo de seguir el ejemplo de Jesucristo, permítenos ayudarte a dar los siguientes pasos.

Lo que puedes hacer ahora para prepararte para el bautismo

Desarrolla fe en Jesucristo

Uno de los requisitos más importantes para el bautismo es tener fe en Jesucristo. Esto significa creer que Él es tu Salvador, que sufrió y murió por ti, y que a través de Su poder puedes arrepentirte y vivir nuevamente con Dios.

Sigue a Cristo y arrepiéntete

Al decidir seguir las enseñanzas de Cristo, puedes arrepentirte de tus pecados ahora, lo que significa pedir perdón a Dios y esforzarte por no repetir tus errores.

Aprende más sobre el bautismo

Los misioneros pueden responder tus preguntas y ayudarte en el camino que conduce al bautismo en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Preguntas frecuentes

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