Fortalece a tu familia a través de las enseñanzas de Jesucristo

Las familias son una parte esencial del plan de Dios. El Evangelio de Jesucristo puede ayudarte a edificar una familia que perdurará por la eternidad. Los misioneros pueden enseñarte acerca de esta hermosa promesa.

Edificar la vida familiar sobre los principios enseñados por Jesucristo, incluyendo la gratitud, el perdón y la caridad, es una receta para un hogar lleno de amor y felicidad. Los misioneros pueden ayudar a tu familia en sus esfuerzos por acercarse a Jesús. Al seguirlo, puedes anticipar la promesa de que los lazos familiares amorosos que te proporcionan alegría en la tierra pueden perdurar por la eternidad.

Aprende cómo tu familia puede ser una fuente de alegría eterna. Solicita una visita con los misioneros hoy mismo.

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Una firme esperanza en las familias eternas

“El Evangelio bendice a mi familia […]. Crecemos juntos y nos unimos más al mantener todos una perspectiva eterna de la vida, y al vivir de tal manera que podamos estar juntos de nuevo. El Evangelio me ha enseñado que las familias son eternas, lo cual ha dado una importancia más sólida a esta vida. Vivimos para algo más que solo para esta vida terrenal”.

Carly

“…es algo muy interesante saber que puedo tener una familia eterna. Que voy a seguir en contacto con las personas que amo y que me aman, y que no es el fin. La muerte no es el fin; es solo una parte. Es algo que me atrae mucho, que me llama, y que es la verdad.”

Juan

“Yo sé y testifico que realmente Jesucristo vino y se sacrificó por cada uno de nosotros. Realmente sé que Él pagó por mis pecados y por los pecados de todos. Y sé que Él resucitó para que así un día todos nosotros podamos resucitar y reunirnos de nuevo con nuestras familias”.

Chuy

“En [los templos] de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a través de una ceremonia sencilla y sagrada, las familias pueden ser unidas por tiempo y eternidad”.

Zonia

Qué esperar de tu visita con los misioneros

Estamos entusiasmados por conocerte y aprender juntos cómo puedes edificar una familia más fuerte con la ayuda de Jesucristo. Aquí te mostramos cómo podría ser tu visita:

Nos conoceremos mutuamente.
Oraremos juntos.
Aprenderemos sobre cómo las familias encajan en el plan de Dios.
Te invitaremos a ti y a tu familia a adorar con nosotros en la iglesia.

A través de los principios que Jesús enseñó y la esperanza de que podamos estar juntos con nuestros seres queridos para siempre, podemos construir relaciones familiares sólidas.

El plan de Dios para las familias da propósito y sentido a la vida

¿Qué lugar ocupan las familias en el plan de Dios?

Creemos que vivimos con Dios antes de esta vida. Así como los padres terrenales envían a sus hijos al mundo para aprender y crecer mediante la experiencia, Dios nos envió a la tierra para enfrentar desafíos y crecer para ser más como Él, preparándonos para heredar las bendiciones eternas que tiene reservadas para nosotros. Nacer en familias que pueden enseñarnos y apoyarnos fue parte de ese plan.

Nuestros lazos familiares están destinados a durar más allá de esta vida y a traernos alegría en la siguiente. Dios envió a un Salvador, Jesucristo, para pagar el precio de nuestros pecados y vencer la muerte. Gracias a Jesús, podemos arrepentirnos y ser perdonados, resucitar, y esperar la oportunidad de vivir una vida eterna de paz con Dios y nuestros familiares.

¿Cómo puedo construir una familia fuerte y amorosa?

Puedes ayudar a que ahora tu familia sea más feliz y unida practicando y enseñando los principios que Jesús enseñó. Un hogar más pacífico es posible cuando intentas perdonar más, expresar gratitud, orar juntos y servirse mutuamente.

Adorar juntos en la iglesia también es una excelente manera de unirte como familia, mientras todos ustedes se acercan a Dios. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ofrece apoyo a las familias de muchas maneras, incluyendo clases, actividades familiares, y programas que enseñan a los hijos buenos valores morales fundamentados en las enseñanzas de Jesucristo.

No todas las familias en la Iglesia son iguales; hay padres solteros, padrastros, parejas sin hijos, adultos solteros cuidando de padres ancianos, y más. Todos son bienvenidos. No importa tu situación familiar, puedes tener fe en que Dios fortalecerá y ayudará a aquellos que están haciendo su mejor esfuerzo por vivir Sus mandamientos. Todo lo que parece injusto en esta vida será corregido en la siguiente por medio de Jesucristo.

¿Cómo puede mi familia estar junta para siempre?

Los templos juegan un papel crucial en la promesa de que las familias pueden estar juntas para siempre. Allí, hacemos promesas sagradas con Dios, realizamos ordenanzas en nombre de nuestro antepasados fallecidos, y nos casamos por el tiempo y toda la eternidad.

En los templos, los esposos y esposas, y cualquier hijo actual o futuro que puedan tener, son "sellados" juntos. Este sellamiento permite que sus lazos familiares, incluido el matrimonio, perduren en la próxima vida.

Creemos que Dios es perfectamente justo y misericordioso y nunca negaría a alguien las bendiciones del cielo debido a factores fuera de su control. En los templos, realizamos ordenanzas como bautismos y sellamientos en nombre de familiares que han fallecido sin recibir esas bendiciones en esta vida. Esos antepasados luego pueden aceptar o rechazar la ordenanza realizada en su nombre.

La promesa de que las familias pueden estar juntas para siempre es una fuente de gran paz y consuelo para muchos que han perdido seres queridos. Mientras trabajas para fortalecer tu fe en Jesucristo, tú también puedes encontrar paz. Los misioneros pueden ayudarte a aprender cómo hacer crecer tu fe. También te enseñarán más sobre el plan que Dios tiene para las familias, compartirán cómo tu familia puede seguir al Salvador y estar juntos para siempre, y te presentarán a la comunidad de la Iglesia cerca de ti.

4 ideas para fortalecer tu familia:

Dedica tiempo familiar cada semana.
Oren juntos como familia.
Realiza un pequeño acto de servicio por cada miembro de la familia cada semana.
Durante la cena, compartan lo que aprecian de cada miembro de la familia.

Preguntas frecuentes

Los misioneros son voluntarios que han dejado de lado su vida normal por hasta dos años para ayudar a otras personas a acercarse más a Jesucristo. Antes de salir a la misión, eran estudiantes, empleados, atletas, lectores, músicos y, bueno, ya te haces una idea. Cuando terminen de prestar servicio, regresarán a casa para terminar sus estudios, trabajar, salir en citas, casarse y llevar una vida muy normal.

Vienen de todas partes del mundo. No es raro que los misioneros sirvan en un país y hablen un idioma que no sea el suyo. Los misioneros sirven como jóvenes adultos o en sus años de jubilados como solteros o en matrimonios. Sea cual sea su edad, su motivación es sincera; ellos dejan su hogar y familia por un tiempo para hacer lo que Jesús enseñó a Sus apóstoles: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Los horarios de las reuniones de la Iglesia varían de una congregación a otra. Sin embargo, siempre puedes contar con que habrá un servicio principal de adoración para todos, seguido de clases para niños, jóvenes y adultos.

La reunión dirigida a toda la congregación se llama “reunión sacramental”, y consta de himnos, oraciones y sermones (o “discursos”) ofrecidos por diferentes miembros de la congregación. Pero la parte más importante de la reunión es cuando tomamos la Santa Cena (que es similar a la comunión) para recordar al Salvador.

Depende. Cuando los templos son construidos por primera vez o después de haber pasado por renovaciones extensas, se realizan jornadas de puertas abiertas para el público para que puedan hacer un recorrido por dentro y aprender más sobre lo que sucede dentro de los templos. Después de que un templo sea dedicado para la adoración, solo está abierto para miembros de la Iglesia que se han preparado para hacer promesas sagradas con Dios en el templo.

Si no estás acostumbrado a orar con tu familia, ¡ahora es un buen momento para empezar! El primer paso es encontrar un momento que funcione mejor para tu familia. Puede ser útil relacionarlo con una actividad específica, como orar antes de la cena o cuando lleves al niño más pequeño a la cama cada noche.

Lo que ores depende de ti; tú conoces mejor las necesidades de tu familia. Cada familia es diferente, por lo que cada oración familiar se ve un poco diferente. Al principio, es posible que seas el único miembro de la familia que se sienta cómodo ofreciendo una oración en voz alta. En otras familias, incluso los niños más pequeños tienen su turno para orar. Algunas familias eligen arrodillarse juntas para la oración familiar. Algunas leen primero unos versículos de las Escrituras.

Si olvidas hacer la oración familiar algunos días o los miembros de la familia no parecen muy entusiastas con la idea, ¡no te desanimes! Incluso los esfuerzos pequeños y simples pueden bendecir a tu familia.

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