¿Por qué oramos?
Si alguna vez has tenido dificultades para orar, tal vez te hayas preguntado: “¿Por qué estoy haciendo esto?”. Esa es una excelente pregunta. Al analizar por qué oras, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre la verdadera naturaleza de tu relación con Dios. Comprender esa relación hará que sea más fácil orar, incluso cuando tengas dificultades para hacerlo.
La oración no es una conversación entre tú y alguna fuerza misteriosa que vive en una nube. Dios es tu Padre. Tú eres Su hijo y Él te ama más de lo que podrías imaginar. Al igual que cualquier padre amoroso, Él desea ser parte de tu vida. A Él no le importa si ha pasado mucho tiempo desde la última vez que oraste, o si nunca has orado. Dios simplemente desea saber de ti. Eso significa que, cuando se trata de orar, un poco puede equivaler a mucho. Incluso el esfuerzo más pequeño para acercarte a Él puede hacer una gran diferencia en tu vida.
De las Escrituras
Al orar
A medida que ores, ten presente esta relación. Eres un hijo hablando con un Padre sabio y amoroso. Eso significa que está bien ser sincero y abierto en cuanto a todas tus esperanzas, temores, gozos y desafíos. A cambio, Dios te bendecirá con paz, guía y esperanza. O para ponerlo aún más simple, la vida puede ser muy difícil para las personas imperfectas como nosotros. No podemos hacerlo solos. El Padre Celestial quiere ayudarnos. Es por eso por que oramos.