Ilustración de una mujer orando

¿Cómo obtengo respuestas?

Imagina que estás en un lugar donde te sientes cómodo para hablar de lo que hay en tu corazón en oración. Pides ayuda, expresas gratitud, admites tus errores y expresas el compromiso de intentarlo con más ahínco. No estás simplemente recitando palabras vacías, estás hablando con Dios. Pero, ¿y si estás haciendo todo eso y todavía no estás seguro de que Dios te esté respondiendo?

Bueno, significa que eres humano. Todos enfrentan dificultades para obtener respuestas a sus oraciones en algún momento u otro. Parte de la razón por la que puede ser difícil es porque Dios puede contestar las oraciones de muchas maneras distintas. Pero una de las maneras más consistentes en la que Dios contesta las oraciones es a través del Espíritu Santo. El Espíritu Santo, a quien en ocasiones se hace referencia simplemente como el Espíritu, es una de las maneras en la que Dios nos consuela, instruye, advierte y guía. Cuando ores, probablemente no escucharás una voz audible que te hable, pero podrás sentir la influencia del Espíritu Santo en tu corazón.

De las Escrituras

¿Cómo se siente el Espíritu Santo? Cuando estés orando, presta atención a los siguientes sentimientos que la Biblia llama los “frutos del espíritu”.

Ilustración de una sala de estar
Gálatas 5:22–23
“Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”.
Ilustración de un sendero en un parque
Sentimientos como estos son la manera en la que Dios se comunica contigo mientras estás orando. En estos sentimientos, a menudo puedes encontrar la dirección que necesitas.
Ilustración de un sendero en un parque
Cuando María se enteró de que iba a ser la madre de Jesús, ofreció una oración de gratitud que le permitió ver la mano del Señor en su vida y en la vida de su pueblo:
Ilustración de una sala de estar
Lucas 1:46–48, 54
“Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humilde condición de su sierva; porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones […]. Socorrió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia”.

Al orar

Una mujer aprende de la palabra de Dios

Algo particular de la oración es que requiere paciencia. A menudo, las respuestas llegan lentamente. De hecho, si no estás prestando atención, podrías no reconocerlas. Con esto en mente, una buena manera de ayudarte a reconocer cómo Dios ha contestado tus oraciones es ofrecer oraciones de gratitud. Al dedicar tiempo a buscar y reconocer las cosas buenas de tu vida y del mundo que te rodea, serás bendecido con claridad para ver la mano de Dios en tu vida. Sabrás que en verdad no estás solo. Dios te escucha. Dios te ama. Dios te responde. Ese es el verdadero poder de la oración.

Más preguntas acerca de la oración

Pregunta: ¿Qué debo hacer después de decir amén?
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Respuesta: Permanece tranquilo y presta atención a las impresiones que tengas.
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Pregunta: ¿Puedo escribir cosas al orar?
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Respuesta: Por supuesto. Si te sientes inspirado, anota tus ideas y sentimientos.
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Pregunta: ¿Qué pasa si no siento nada?
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Respuesta: Está bien. Trata de ser paciente. No te des por vencido con la oración.
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Pregunta: ¿Qué pasa si me llega a la mente una idea mientras estoy orando?
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Respuesta: Si es algo bueno, haz algo al respecto. No esperes hasta que la olvides.
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