3 maneras sencillas de santificar el día de reposo
La Biblia enseña que el día de reposo es un día de descanso que debemos santificar. Pero ¿qué significa eso exactamente? ¿Cómo puedes santificarlo?
Dios creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó (véase Génesis 1:1–Génesis 2:2). Este séptimo día es el día de reposo. Cuando Dios le dio los Diez Mandamientos a Moisés, uno de ellos era: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8).
En hebreo, la palabra que se utiliza para el día de reposo, Sabbath , significa “descansar del trabajo”. La palabra santo significa algo que es sagrado o dedicado a Dios. Dios desea que hagamos que el domingo, el día de reposo, sea diferente de los demás días de la semana al descansar de nuestra rutina diaria normal y dedicarle a Él nuestros pensamientos y nuestro tiempo. Estas son tres cosas que cualquiera puede hacer para santificar el día de reposo:
Adora a Dios en el día de reposo
Una de las mejores maneras de santificar el día de reposo es dedicar tiempo a adorar a Dios. Durante los otros seis días de la semana es fácil quedar atrapado en todas nuestras responsabilidades. El domingo puedes dedicar tiempo a dirigir tus pensamientos y corazón hacia Dios. Puedes asistir a los servicios de la Iglesia, leer la Biblia y otros libros de Escrituras, y hablar con Dios en oración. Estas actividades pueden ayudarte a sentirte más cerca de Dios, incluso después de que haya concluido el día de reposo.
Prepárate durante la semana para santificar el día de reposo
Sin un poco de planificación, los domingos pueden llegar a estar tan ocupados como cualquier otro día de la semana. Planifica el resto de la semana teniendo en mente el día de reposo para que tengas suficiente tiempo para descansar y adorar. De ser posible, haz recados, limpia la casa y realiza otras tareas el sábado. De esa manera, sentirás realmente que el día de reposo es distinto y santo.
Elige actividades edificantes para el día de reposo
El día de reposo puede ser un tiempo para descansar de nuestras labores, pero eso no significa que no podamos hacer nada los domingos. Podemos elegir actividades que se centren en Dios, en la familia y en prestar servicio. A continuación figuran algunas actividades edificantes a tener en cuenta:
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Visitar a familiares y amigos.
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Escribir en un diario.
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Aprender más sobre tus antepasados y tu historia familiar.
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Salir a caminar y disfrutar de las creaciones de Dios.
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Llevarle comida a alguien que esté enfermo.
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Llamar, enviar un mensaje de texto o enviar un mensaje a un amigo en el que hayas estado pensando.
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Planificar un proyecto de servicio o participar en uno.
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Tener una noche de juegos semanales para la familia.
Dios ha prometido bendiciones increíbles a quienes santifiquen el día de reposo. Fortalecerá tus relaciones familiares y te dará mayor enfoque y confianza. A medida que demuestres al Señor tu amor por Él al santificar el día de reposo, sentirás más Su amor en tu vida.