La importancia de la familia
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creen que las familias son importantes; tan importantes, que la familia ocupa el centro de la vida de la Iglesia. Una familia influye en la felicidad y el bienestar de sus miembros, afecta a la sociedad que los rodea y continúa teniendo importancia incluso después de la muerte.
El propósito de la familia
El propósito de la familia es crear un ambiente seguro, estable y amoroso en el que tanto el esposo como la esposa puedan apoyarse y fortalecerse mutuamente, y donde los hijos puedan aprender, crecer y desarrollarse. A menudo, una familia comparte un sentido de propósito común. La vida familiar es quizás lo más importante para los hijos. Es en el hogar donde los niños aprenden a amar a los demás, a mostrar compasión, a desarrollar confianza y a expresar lealtad.
La familia también es un elemento básico de la sociedad. Los matrimonios y las familias fuertes ayudan a mantener una sociedad próspera ya que aportan personas trabajadoras y bien educadas.
Historia familiar
Como los miembros de la Iglesia creen que las familias son eternas, tratan de identificar generaciones de parientes por medio de la obra de historia familiar. Al descubrir de dónde vino tu familia, quiénes eran tus antepasados y cuáles fueron sus motivaciones, aprendes acerca de tus valores familiares fundamentales y construyes un puente que te conecta con ellos.
Las familias son para siempre
La importancia de una familia se extiende más allá de la vida terrenal. Nosotros valoramos mucho la promesa de que las familias pueden estar unidas para siempre.
La estructura familiar comenzó con Dios. Dios es nuestro Padre Celestial y tú eres Su hijo o hija. Ahora vives con tu familia, y creemos que incluso después de que tú y los miembros de tu familia hayan fallecido, podrán volver a vivir juntos en el cielo.
Esto es posible gracias al poder de Dios y mediante matrimonios eternos efectuados en templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. A diferencia de los matrimonios civiles efectuados en iglesias y juzgados que perduran “hasta que la muerte los separe”, los matrimonios en el templo unen a un esposo y una esposa para siempre. Siempre y cuando sean fieles a las promesas que hagan el uno con el otro y con Dios, sus hijos también pueden permanecer con ellos para siempre.
Criar una familia fuerte
Tener una familia fuerte requiere esfuerzo, tanto de los padres como de los hijos. Los padres y las madres deben trabajar estrechamente unidos en la crianza de sus hijos. Deben actuar como compañeros iguales al tiempo que desempeñan las múltiples funciones que conlleva la paternidad. El éxito de una familia depende de esa asociación.
“La Familia: Una Proclamación para el Mundo” es una declaración emitida por los líderes de la Iglesia, que define nuestras creencias sobre el matrimonio y la familia. Dice que “los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y se mantienen sobre los principios de la fe, de la oración, del arrepentimiento, del perdón, del respeto, del amor, de la compasión, del trabajo y de las actividades recreativas edificantes”.
Las enseñanzas y el ejemplo de Jesús constituyen el fundamento de una familia fuerte. Otras cosas, como las vacaciones exóticas, las casas grandes y el dinero, no son la base de la felicidad familiar. Las familias sólidas y felices resultan cuando los miembros de la familia se tratan unos a otros con el mismo amor y respeto que Jesús demostró.