¿Necesitan ser bautizados los bebés?

Jesús enseñó que el bautismo es esencial para entrar en el reino de los cielos. Aunque muchas iglesias cristianas están de acuerdo en que el bautismo es importante y necesario, lo que enseñan acerca del bautismo varía mucho. Entonces, ¿cómo se debe efectuar el bautismo? ¿Y cuántos años debes tener para ser bautizado?

Un recién nacido dormido envuelto en una manta

¿Qué enseñó Jesús sobre el bautismo?

El bautismo es un mandamiento

El Salvador enseñó claramente que el bautismo es un mandamiento y que es necesario para “entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). El bautismo se efectúa “para remisión de pecados” para aquellos que se arrepienten (véase Marcos 1:4), pero incluso Jesús, que vivió una vida perfecta y sin pecado, fue bautizado también para “cumplir toda justicia” (Mateo 3:15). Al ser bautizado, Jesús mostró a todos los hijos de Dios que “sería obediente [al Padre] al observar sus mandamientos” (2 Nefi 31:7). Todos los que escojan seguir a Jesús deben obedecer de manera similar el mandamiento de Dios de ser bautizados.

El bautismo debe ser efectuado por alguien que posea la debida autoridad

Como profeta de Dios, Juan el Bautista fue ordenado al sacerdocio y tenía la autoridad para efectuar el bautismo de Jesús. Las personas venían de “toda la provincia de alrededor del Jordán” para ser bautizadas por él (véase Mateo 3:5–6). Dado que Juan el Bautista tenía la debida autoridad para hacerlo, Jesús acudió específicamente a él para ser bautizado. Del mismo modo, los bautismos en la actualidad tienen que efectuarse por alguien que posea la debida autoridad de Dios.

El bautismo requiere el arrepentimiento

Juan el Bautista llamó primero a las personas a hacer “frutos dignos de arrepentimiento”, a fin de que pudieran ser dignos de ser bautizados (Mateo 3:8). Jesús mismo también hablaba a menudo acerca de la necesidad del arrepentimiento, incluso después de Su resurrección cuando enseñó a personas en la América antigua. “Y otra vez os digo que debéis arrepentiros, y ser bautizados en mi nombre […], o de ningún modo heredaréis el reino de Dios” (3 Nefi 11:38).

El bautismo debe efectuarse por inmersión

Hoy en día, algunas religiones efectúan el bautismo con un rociamiento de agua. Sin embargo, aprendemos del ejemplo de Jesús que el bautismo debe hacerse por inmersión. Cuando Jesús fue bautizado, dice Mateo, “subió inmediatamente del agua” (Mateo 3:16). Esta inmersión completa en el agua simboliza el renacer como individuo, al ser enterrado en el agua y salir, limpio y comprometido a seguir a Jesucristo y Su evangelio. De hecho, la propia palabra bautismo proviene del vocablo griego baptizo que significa “sumergir o acto de inmersión”.

Un niño se bautiza en una pila bautismal de una capilla

¿Qué enseñó Jesús sobre los niños pequeños?

Jesús ama a los niños pequeños

En varias ocasiones, Jesús hizo que los niños pequeños se acercaran a Él para bendecirlos. En una ocasión, Cristo incluso reprendió a Sus discípulos por mantener a los niños apartados de Él, diciendo: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis” (Marcos 10:14).

Los niños pequeños son puros y santos

Jesús enseñó que los niños son puros e inocentes, y que los adultos deben tratar de ser más como ellos, “porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14). Jesús dijo también: “De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

¿Qué enseñan las Escrituras en cuanto a bautizar a los bebés y a los niños pequeños?

Los niños pequeños están sin pecado ante Dios

En el Nuevo Testamento, Jesús enseñó claramente que los niños pequeños son inherentemente buenos y puros. El Libro de Mormón declara además: “… los niños pequeños son sanos, porque no son capaces de cometer pecado” (Moroni 8:8).

Y oyéndolo Jesús, les dijo: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar al arrepentimiento a los justos, sino a los pecadores” (Marcos 2:17). Entonces, si los niños pequeños no son capaces de pecar, ¿tienen alguna necesidad de ser bautizados?

El bautismo es para los pecadores

El bautismo es para aquellos que pecan y necesitan arrepentirse. En el Libro de Mormón, aprendemos que la doctrina de Cristo es “el arrepentimiento y el bautismo a los que son responsables y capaces de cometer pecado” (Moroni 8:10). Así que, dado que los niños pequeños no son responsables de actos pecaminosos ni son capaces de hacerlos, no necesitan el bautismo.

En nuestros días, el Señor ha revelado que “los hijos serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años de edad” (Doctrina y Convenios 68:27). A esa edad, empiezan a ser responsables de escoger el bien del mal.

Las promesas del bautismo

TÚ PROMETES: prestar servicio a otras personas

“… llevar las cargas los unos de los otros para que sean ligeras” (Mosíah 18:8).

TÚ PROMETES: mostrar amor y compasión

“… llorar con los que lloran; sí, y […] consolar a los que necesitan de consuelo” (Mosíah 18:9).

DIOS PROMETE: darte el Espíritu Santo

“… que él derrame su Espíritu más abundantemente sobre vosotros” (Mosíah 18:10).

TÚ PROMETES: ser un buen ejemplo

“… ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieseis” (Mosíah 18:9).

TÚ PROMETES: guardar los mandamientos de Dios.

“… lo serviréis y guardaréis sus mandamientos” (Mosíah 18:10).

DIOS PROMETE: la oportunidad de que recibas la vida eterna

“… para que seáis redimidos por Dios, y seáis contados con los de la primera resurrección, para que tengáis vida eterna” (Mosíah 18:9).

La caída de Adán no hace que los niños pequeños sean culpables de pecado al nacer

Muchas religiones cristianas creen que al nacer, cada niño es pecaminoso de forma innata debido a la caída de Adán. Sin embargo, Dios solo considera responsables a las personas por el pecado personal, y no por la transgresión de Adán (véase Artículos de Fe 1:2). Debido a que los niños pequeños son sin pecado ante Dios, no tienen motivo para arrepentirse ni para ser bautizados.

Los niños pequeños se salvan gracias a la expiación de Jesucristo

Las Escrituras enseñan que “los niños pequeños viven en Cristo, aun desde la fundación del mundo” (Moroni 8:12). Dios es misericordioso, amoroso y bondadoso. Él desea que todos Sus hijos regresen a vivir con Él. Él no sería el Dios amoroso y justo que es si negara a los niños la salvación por no ser bautizados.

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