Las enseñanzas de Jesucristo

Durante su ministerio en la tierra, Jesucristo le enseñó a sus discípulos el camino de regreso a Dios, dándole propósito a sus vidas y a las nuestras en la actualidad.

Jesucristo enseña el Sermón del Monte a a sus discípulos

Las enseñanzas de Jesús: Un modelo divino

Dentro de las enseñanzas de Jesucristo encontramos el plan para nuestra felicidad, redención y salvación. Este modelo divino incluye la fe en Cristo, el arrepentimiento, el bautismo, guardar los mandamientos de Dios, recibir el Espíritu Santo y perseverar hasta el fin. Jesucristo enseñó estos principios salvadores, los cuáles son el fundamento de su Evangelio.

Las Bienaventuranzas

Poco después de su bautismo llevado a cabo por Juan el Bautista, Jesús enseñó su Evangelio y describió cómo ser un discípulo en un poderoso sermón llamado el Sermón del Monte. En este poderoso sermón enseñó a la humanidad la manera de vivir como sus discípulos.

Durante este preciado sermón, Jesús presentó una nueva norma de rectitud con base en los Diez Mandamientos. “No matarás” ya no era suficiente. Cristo requería que sus seguidores rechazaran el odio, que perdonaran e inclusive que amaran a sus enemigos. Le pidió a la gente que cambiara su corazón así como sus acciones.

En el Sermón del Monte, Jesús también dio ocho enseñanzas importantes llamadas las Bienaventuranzas. La palabra bienaventuranza significa bendición suprema o felicidad exaltada. Las bienaventuranzas resaltan las asombrosas bendiciones prometidas que vienen cuando desarrollamos ciertos rasgos justos.

Haz clic a través de un resumen de las Bienaventuranzas a continuación:

Las Bienaventuranzas

Bienaventurados los pobres en espíritu

Jesús enseña que el reino de los cielos es para los que se humillan.

Mateo 5:3

Bienaventurados los mansos

A los que son enseñables, pacientes, humildes etc., se les promete "heredar la tierra".

Mateo 5:5

Bienaventurados los misericordiosos

Jesús dijo: “Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso” (Lucas 6:36), es decir, aquellos que muestran misericordia también la recibirán.

Mateo 5:7

Bienaventurados los pacificadores

Aquellos que hagan las paces entre sí, dijo Jesús, "serán llamados hijos de Dios".

Mateo 5:9

Bienaventurados los que lloran

Jesús promete que aquellos que lloran y se vuelven a Él encontrarán el consuelo que buscan.

Mateo 5:4

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia

A los que buscan la justicia se les promete que quedarán satisfechos debido a su deseo fiel.

Mateo 5:6

Bienaventurados los limpios de corazón

Aquellos que se esfuerzan por mantener la bondad en sus corazones y mentes, Jesús dice, "verán a Dios".

Mateo 5:8

Bienaventurados los que padecen persecución

Cuando se persigue a las personas por vivir con rectitud, Jesús declara que "de ellos es el reino de los cielos".

Mateo 5:10

Las parábolas de Jesús

Debido a la compasión y percepción divina de Cristo, Él era capaz de entender de una forma única a las personas que enseñaba y hablarles convincentemente a través de palabras simples y también por medio de parábolas. El uso de parábolas era un método de enseñanzas poderoso que encajaba con la tradición de su tiempo. Estas historias sencillas y a la vez excepcionales, representan un tercio de sus enseñanzas en la Biblia.

El poder único de las parábolas es que contienen varios grados de significado y se pueden entender en niveles diferentes dependiendo de la preparación espiritual y sensibilidad del lector. Sus parábolas enseñan lecciones importantes que aún se aplican en nuestro tiempo.

Haz clic a través de un resumen de las parábolas de Jesús que se encuentra a continuación.

Las parábolas de Jesús

Los obreros de la viña

Jesús enseñó que todo aquel que escoja venir a Él y trabajar en su viña tiene la oportunidad de recibir grandes bendiciones. (véase Mateo 20:1–16)

El siervo malvado

Jesús nos enseñó la importante lección del perdón al preguntar: "¿No debías tú también haber tenido misericordia de tu consiervo, así como yo tuve misericordia de ti?". (véase Mateo 18:33)

El buen samaritano

Jesús enseñó que debemos amar a nuestro prójimo. La parábola del buen samaritano enseña que nuestro prójimo puede ser cualquier persona, incluso desconocidos o enemigos. (véase Lucas 10:25–37)

La oveja perdida

Toda persona que se vuelva a Cristo recibirá su amorosa aceptación, independientemente de lo que haya hecho (véase Lucas 15: 11–32).

Los milagros de Jesús

A través de sus acciones, y específicamente milagros, Jesús enseñó lecciones importantes sobre la fe, el amor y la habilidad de Dios para hacer cosas grandiosas de nuestras ofrendas más humildes. Por ejemplo, cuando una multitud de 5.000 hombres y un número desconocido de mujeres y niños se reunieron a su alrededor cerca de Betsaida, Jesucristo los alimentó a todos con dos pescados y cinco panes.

Oportunidades similares para enseñar— a veces mediante milagros y a veces mediante sus acciones, surgieron cuando se encontró con leprosos, hombres ricos, la mujer del pozo y los fariseos. Él enseñó en reuniones religiosas y sociales, enseñó a los afligidos al sanarlos, enseñó a los poderosos al reprenderlos y enseñó a los pecadores al perdonarlos.

Jesús continúa realizando milagros incluso hoy. Sus milagros inspiran relatos que pueden ayudarnos a acercarnos más a Él, y a medida que lo conocemos, podemos experimentar los efectos milagrosos de sus enseñanzas y de su gracia en nuestras vidas.

Explora los milagros de Jesús en el deslizador abajo.

Los milagros de Jesús

Él le dio vista al ciego

“Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa" (Mateo 9:27–31).

Él limpió al leproso

“Y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Y cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que, mientras iban, fueron limpiados” (Lucas 17:12–19).

Él sanó al enfermo y al afligido

“Y cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella, y al instante ella se enderezó y glorificaba a Dios” (Lucas 13:11–17).

Él levantó a los muertos

“He aquí que sacaban a un difunto, unigénito de su madre, que era viuda…Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: No llores…Y dijo: Joven, a ti te digo, ¡levántate! Entonces se incorporó el que había muerto” (Lucas 7:12–15).

Él convirtió el agua en vino

“Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua.... Entonces les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Y… el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era” (Juan 2:1–11).

Él caminó sobre el agua

"Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar" (Mateo 14:25).

Él alimentó a miles con poco alimento

“Y tomando los cinco panes y los dos peces, y mirando al cielo, bendijo y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió entre todos los dos peces. Y comieron todos y se saciaron” (Marcos 6:34–44).

Jesucristo: Maestro por el ejemplo

Las enseñanzas de Cristo se encuentran en mucho más que solo Sus parábolas y sermones; también se encuentran en el ejemplo personal que Él nos dio con su vida, un ejemplo de obediencia, humildad y amor. Las verdades eternas que Él enseñó, tanto por palabra como por hecho, pueden influenciar nuestras vidas ahora tanto como lo hicieron en las vidas de aquellos que enseñó durante su ministerio terrenal. Te invitamos a unirte a nuestros esfuerzos al aprender de Él y seguirlo más de cerca.

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