El desierto de Judea
Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó Su ministerio. Sin embargo, antes de predicar frente a multitudes, llamar a Sus apóstoles o enseñar parábolas, fue guiado por el Espíritu Santo al desierto de Judea para comunicarse con Dios, Su Padre. Pasó cuarenta días en el solitario tramo del desierto que se extiende al este de Jerusalén, hasta las orillas del mar Muerto. Para Jesús, esa fue una época de crecimiento personal, reflexión y comunicación con Su Padre mientras se embarcaba en la difícil misión de la obra redentora que Su Padre le había enviado a hacer en nombre de toda la humanidad.
La invitación
Dios puede ayudarte a prepararte para los desafíos que se avecinan y para lograr tus metas. Durante los próximos dos días, te invitamos a apartar un tiempo para estar solo y prepararte mental y espiritualmente para un acontecimiento importante en tu vida. No tienen que ser cuarenta días; incluso quince minutos de reflexión y oración sincera pueden brindar paz y propósito a tu corazón.
¿De qué manera nos enseña el ejemplo de Jesucristo a prepararnos para los desafíos o las oportunidades?
¿Para qué próximos acontecimientos o metas de la vida necesitas prepararte?
¿Qué impresiones recibiste al tomarte tiempo para reflexionar y orar?
Pasajes de las Escrituras sobre cómo vencer las dificultades
Mapas y representaciones
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