20 versículos de la Biblia sobre cómo hallar fortaleza

Dios desea que tengamos éxito en la vida. Desea que progresemos, encontremos gozo y volvamos a vivir con Él algún día. Envió a Su Hijo, Jesucristo, para que pudiéramos ser fortalecidos en nuestras pruebas y desafíos. Estos 20 versículos de la Biblia nos inspiran y nos enseñan a confiar en Jesús y a encontrar paz, valor y fortaleza para vivir el Evangelio.

Un hombre ora con fervor

¿Quién es la verdadera fuente de fortaleza?

1

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

2

Lucas 1:37

Porque ninguna cosa es imposible para Dios.

3

Éxodo 15:2

Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación; este es mi Dios, y a él alabaré; Dios de mi padre, y a él ensalzaré.

4

Salmos 29:11

Jehová dará fortaleza a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

5

Isaías 41:10

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

6

2 Pedro 1:3

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por medio de su gloria y virtud.

¿Por qué Jesús puede ofrecernos fortaleza?

Jesucristo nos invita a venir Él
7

Hebreos 2:18

Pues por cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

8

Isaías 53:3–5

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores y experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos.

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y afligido.

5 Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados.

9

Lucas 4:18

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los quebrantados,

10

Mateo 28:18

Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

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¿Cómo nos ayuda la fortaleza que proviene de Jesús?

11

Isaías 40:31

Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.

12

Mateo 9:6

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): ¡Levántate!, toma tu lecho y vete a tu casa.

13

Salmos 34:19

Muchas son las aflicciones del justo, mas de todas ellas le libra Jehová.

14

Isaías 25:8

Destruirá a la muerte para siempre, y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra, porque Jehová lo ha dicho.

¿Cómo puedo hallar fortaleza en Jesús?

15

Josué 1:9

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.

16

Salmos 106:8–11

8 Pero los salvó por amor de su nombre, para dar a conocer su poder.

9 Y reprendió al mar Rojo, y se secó; y los hizo ir por el abismo como por un desierto.

10 Y los salvó de manos del enemigo, y los rescató de manos del adversario.

11 Y las aguas cubrieron a sus enemigos; no quedó ni uno de ellos.

17

1 Samuel 17:45

Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

18

Mateo 11:28–30

28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

29 Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.

30 Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.

19

Santiago 4:10

Humillaos delante del Señor, y él os ensalzará.

20

Mateo 7:7–8

7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

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