Una vida saludable
Tal vez sepas que los Santos de los Últimos Días no beben alcohol ni fuman. ¿Pero sabes por qué?

A lo largo de la Biblia, Dios pidió a Su pueblo que se abstuviera de ciertos alimentos. Hoy en día no es diferente. Dios ha dado consejos sabios para ayudar a todos Sus hijos a estar sanos. Se llama la Palabra de Sabiduría. En ella se explican las maneras inspiradas de mejorar nuestro bienestar físico y espiritual y se nos aconseja que comamos alimentos nutritivos y evitemos las sustancias adictivas.
“Qué hacer” y “qué no hacer” según la Palabra de Sabiduría.

“Cada hierba en su sazón y cada fruta en su sazón; todas estas para usarse con prudencia y acción de gracias”. (D. y C. 89:11)

“Y además, las bebidas fuertes no son para el vientre, sino para el lavamiento de vuestros cuerpos”. (D. y C. 89:7)

“Sí, también la carne de las bestias y de las aves del cielo, yo, el Señor, he dispuesto para el uso del hombre, con acción de gracias; sin embargo, han de usarse limitadamente”. (D. y C. 89:12)

“Y además, el tabaco no es para el cuerpo ni para el vientre, y no es bueno para el hombre”. (D. y C. 89:8)

“Para cuidar de tu cuerpo, come alimentos nutritivos, haz ejercicio con regularidad y duerme el tiempo suficiente”. (Para la Fortaleza de la Juventud)

“Y además, las bebidas calientes no son para el cuerpo ni para el vientre”. (D. y C. 89:9)

“Se ha dispuesto todo grano para el uso del hombre y de las bestias, como sostén de vida”. (D. y C. 89:14)

“Cualquier cosa dañina que se ingiera a propósito no está de acuerdo con la Palabra de Sabiduría. Esto es verdad especialmente en el caso de las drogas ilegales”. (Leales a la Fe)
También se nos insta a dormir lo suficiente, a hacer ejercicio con regularidad y a ayunar una vez al mes —esto es, abstenernos de dos comidas consecutivas— para poder mantenernos saludables, practicar disciplina y llegar a estar espiritualmente más a tono.