Encuentra sanación por medio de la gratitud
La gratitud es una práctica pequeña y sencilla que genera grandes resultados.
Los beneficios que la gratitud tiene para la salud van desde una mejor salud cardíaca hasta una mejora del sueño. Pero mucho antes de que la ciencia nos enseñara la importancia de la gratitud, los profetas y otros escritores inspirados de la Biblia lo hicieron.
Los salmos, por ejemplo, están llenos de aliento para alabar y agradecer a Dios, y enseñan: “Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos” (Salmo 95:2). Jesucristo dio un ejemplo de gratitud por medio de oraciones de agradecimiento a Dios en varias ocasiones registradas, como Su oración de agradecimiento antes de levantar a Lázaro de entre los muertos (véase Juan 11:41).
La gratitud no significa fingir que los problemas no existen o no mostrar nunca una emoción negativa. Puedes llorar por la muerte de un ser querido y hablar con un amigo de cuánto lo extrañas, y a la vez sentirte agradecido por el tiempo que pasaste con una persona tan maravillosa.
En su esencia, la gratitud significa reconocer las cosas buenas que has recibido y dar las gracias a cambio. Cuando reemplazas la envidia y el descontento por la gratitud, tu perspectiva mejora. Puedes sentir más esperanza y establecer relaciones positivas a medida que te vuelves alguien más agradable con quien estar. La gratitud te ayuda a reconocer mejor la mano de Dios en tu vida y acercarte más a Él.
Estas prácticas pueden ayudarte a desarrollar un corazón más agradecido: