Realmente nadie sabe cuándo será la Segunda Venida de Jesús. Lo que sí sabemos es que Él regresará. Los ángeles declararon a Sus Apóstoles: “Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre vosotros arriba al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11). En Mateo 24, aprendemos acerca de algunos de los eventos y señales que precederán a la Segunda Venida del Salvador.

Las Escrituras contienen muchas profecías sobre las señales que precederán a la Segunda Venida de Jesucristo. Algunas de estas señales están ocurriendo ahora, y otras aún están por cumplirse. Nadie conoce el momento exacto de la Segunda Venida, pero si vives cada día como si Jesús viniera mañana, el “cuándo” no es tan importante. Estarás preparado y emocionado de recibirlo. Las señales de la Segunda Venida pueden darte esperanza, incluso si algunas de ellas parecen un poco aterradoras.

Guerras y desastres naturales

Y oiréis de guerras y de rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.

Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres y terremotos en diferentes lugares.

–Mateo 24:6–7

La Restauración del evangelio

El Apóstol Pablo profetizó que Jesús no vendría de nuevo “sin que antes venga la apostasía” (2 Tesalonicenses 2:3). La Iglesia original de Jesús se dividió a medida que los Apóstoles fueron asesinados y la gente se apartó de la verdad (ver 2 Timoteo 4:3–4). Pero la Biblia también habla de la “restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21) antes de la Segunda Venida.

El libro de Apocalipsis declara: “Y vi a otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, y tribu, y lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6). Los Santos de los Últimos Días creen que esta profecía se cumplió con el ángel Moroni y otros mensajeros celestiales, quienes se aparecieron a Joseph Smith y le confirieron la autoridad necesaria para restaurar la Iglesia de Jesucristo.

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El Evangelio predicado a todo el mundo

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

–Mateo 24:14

Jesús envió a Sus Apóstoles “de dos en dos” (Marcos 6:7) para predicar el evangelio a los judíos. Después de la Resurrección y Ascensión de Jesús al cielo, al apóstol Pedro se le ordenó en una visión llevar el Evangelio a todas las personas (ver Hechos 10). Las epístolas de Pablo documentan algunos de estos viajes misioneros por Asia y Grecia.

Hoy en día, los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días continúan con la labor de predicar a todo el mundo. Hay alrededor de 411 misiones establecidas en todo el mundo, desde Angola hasta Zimbabue. Los misioneros hablan colectivamente más de 50 idiomas.

Conoce más señales de la Segunda Venida

Aunque el término “arrebatamiento” no se utiliza específicamente en la Biblia, muchos cristianos emplean este término para referirse a los versículos del Nuevo Testamento que describen a los justos siendo llevados para encontrarse con Jesús cuando regrese en Su Segunda Venida. En tiempos modernos, algunos han utilizado el término para describir la creencia de que los fieles seguidores de Cristo serán retirados de la tierra antes que lleguen las tribulaciones que la Biblia enseña precederán a la Segunda Venida de Jesucristo.

En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el término “arrebatamiento” no se utiliza comúnmente, ni creemos que los justos serán retirados de la tierra antes del período de tribulación que precederá al regreso de Jesucristo. En cambio, enseñamos que aquellos que tienen fe y siguen los mandamientos de Dios no deben temer estas tribulaciones, ya que contarán con el poder del Espíritu Santo para consolarlos y guiarlos a través de los tiempos desafiantes que precederán a la gozosa Segunda Venida de Jesucristo.

Los horarios de las reuniones de la Iglesia varían de una congregación a otra. Sin embargo siempre habrá una reunión de adoración principal para todos, seguida de clases para niños, jóvenes y adultos.

La reunión conjunta para toda la congregación se llama “reunión sacramental”. Esta reunión consta de cantos, oraciones y sermones (o “discursos”) ofrecidos por diferentes miembros de la congregación cada semana. Pero la parte más importante de la reunión es cuando tomamos la Santa Cena (que es similar a la comunión) para recordar al Salvador.