Los bautismos deben efectuarse por la debida autoridad del sacerdocio y de una manera acorde con la forma en que Jesucristo fue bautizado (por inmersión). El bautismo realizado apropiadamente es un requisito previo para ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por lo que las personas bautizadas previamente deben ser bautizadas de nuevo si desean unirse a ella.

Las enseñanzas de Jesucristo abarcan una amplia gama de temas, entre ellos el amor, el servicio, la oración y el arrepentimiento. Estas son algunas enseñanzas bien conocidas que pueden guiar tu vida:

Enseñanzas de Cristo en la Biblia

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7).

“No os hagáis tesoros en la tierra […], sino haceos tesoros en el cielo” (Mateo 6:19–20).

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4).

Enseñanzas de Cristo en el Libro de Mormón

“Y también os digo que debéis arrepentiros, y volveros como un niño pequeñito, y ser bautizados en mi nombre” (3 Nefi 11:37).

“Porque en verdad, en verdad os digo que aquel que tiene el espíritu de contención no es mío” (3 Nefi 11:29).

“Orad al Padre en vuestras familias, siempre en mi nombre, para que sean bendecidos vuestras esposas y vuestros hijos” (3 Nefi 18:21).

Sí. Jesucristo dejó claro que nacer del agua y del Espíritu es necesario para entrar en el reino de los cielos (ver Juan 3:1-13). Jesucristo mismo fue bautizado, aunque era perfecto, para darnos el ejemplo. 

Los niños pequeños son una excepción. Jesucristo enseñó: “Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis hacerlo, porque de los tales es el reino de los cielos” (Mateo 19:14). El Libro de Mormón ofrece una perspectiva adicional, diciendo que “los niños pequeños son sanos, porque son incapaces de cometer pecado” (Moroni 8:8). En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la edad de ocho años se considera la “edad de responsabilidad”. A esa edad, los niños son capaces de discernir entre el bien y el mal y pueden tomar la decisión de ser bautizados.