Encuentra sanación por medio de la oración
La oración habitual y sincera es una forma sencilla pero poderosa de acceder a la ayuda de Dios en tu vida.
La vida está llena de desafíos; pero no tienes que enfrentarte a tus mayores retos solo. Dios te ama y quiere que experimentes gozo en tu vida. Puedes encontrar ayuda y sanación acudiendo a Él en oración.
La oración no tiene por objeto cambiar la voluntad de Dios. Tu Padre Celestial te ama y sabe perfectamente lo que es mejor para ti. Eso significa que no todas las oraciones serán contestadas exactamente de la manera y en el momento que esperabas. La oración es una oportunidad para buscar esas bendiciones que Dios está esperando darte si se las pides. Algunos ejemplos podrían incluir ayuda para perdonar a otra persona, resistir la tentación, encontrar la fortaleza para soportar una experiencia difícil o saber qué hacer cuando te enfrentas a una decisión complicada.
Jesucristo se enfrentó a un sufrimiento inimaginable en el Jardín de Getsemaní cuando tomó los dolores y los pecados del mundo y se preparó para morir por todos nosotros en la cruz. En ese momento de dificultad, Él oró: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). La oración del Salvador no cambió la misión para la que había sido enviado a la tierra, pero después de Su oración apareció un ángel para fortalecerlo. Puedes sentir la mano de Dios en tu vida al seguir el ejemplo de Jesucristo.
Los beneficios de la oración van mucho más allá de las bendiciones específicas que pides y recibes. La oración diaria te ayuda a establecer una relación con tu Padre celestial. Te da tiempo para prestar atención y centrarte en las cosas más importantes. La oración invita al Espíritu Santo a tu vida y te ayuda a llegar a ser más semejante a Jesús.
Tanto si es la primera vez que oras como si quieres que tus oraciones sean más significativas, los siguientes consejos pueden ayudarte: