Encuentra sanación por medio de la esperanza
La esperanza que Jesucristo ofrece puede ser un faro que ilumina el camino en momentos de oscuridad.
Cuando las dificultades de la vida cotidiana se acumulan, puede ser fácil olvidar las cosas increíbles que te esperan a causa del amor de Dios. Sabemos por Apocalipsis 21:4 que, un día, “enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor”.
La palabra Evangelio significa “buenas nuevas”: la buena nueva de que Dios envió a Su Hijo, Jesucristo, para vencer el pecado y la muerte por nosotros. Gracias a tu Salvador, Jesucristo, puedes arrepentirte y ser perdonado de todos tus pecados. Y, gracias a Él, la muerte no es el final. Puedes esperar anhelosamente vivir con Dios y con tus seres queridos con gozo y paz para siempre.
Todas estas bendiciones pueden ser una fuente de esperanza en momentos difíciles.
Mientras mantienes una perspectiva eterna, recuerda que también tienes recursos para ayudarte aquí y ahora. Puedes orar para pedir ayuda. Puedes acercarte a tus familiares o amigos. Puedes buscar ayuda profesional de un terapeuta, médico, línea directa de crisis u otra fuente calificada. Si te sientes desesperanzado, no intentes llevar esa carga solo. Decide ahora lo que vas a hacer para buscar ayuda.
A medida que intentas aumentar la esperanza en tu vida, puede ser útil concentrarte en desarrollar tu fe en estos seis principios:
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Dios te conoce y te ama.
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Las cosas que Él hace son para tu beneficio.
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Con Dios, nada es imposible.
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Tienes un Salvador, Jesucristo, que murió por ti.
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Gracias a Jesús, puedes arrepentirte y ser perdonado por tus errores.
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Puedes volver a estar con tus seres queridos en la vida venidera.