Las enseñanzas de Jesucristo abarcan una amplia variedad de temas, que incluyen el amor, el servicio, la oración y el arrepentimiento. Aquí tienes algunas enseñanzas bien conocidas que pueden guiar tu vida:  

Enseñanzas de Jesucristo en la Biblia  

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).  

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).  

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7).  

“No os hagáis tesoros en la tierra… sino haceos tesoros en el cielo” (Mateo 6:19–20). 

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4).  

Enseñanzas de Jesucristo en el Libro de Mormón  

“Y también os digo que debéis arrepentiros, y volveros como un niño pequeñito, y ser bautizados en mi nombre” (3 Nefi 11:37).  

“Porque en verdad, en verdad os digo que aquel que tiene el espíritu  de contención no es mío” (3 Nefi 11:29). 

“Orad al Padre en vuestras familias, siempre en mi nombre, para que sean bendecidos vuestras esposas y vuestros hijos” (3 Nefi 18:21). 

Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creen que las familias son fundamentales para el plan eterno de Dios para todos Sus hijos y que las relaciones familiares pueden perdurar más allá de la muerte. Tenemos una variedad de prácticas para construir relaciones familiares y promover la fuerza espiritual en las familias. Por ejemplo, tratamos de reservar una noche a la semana para la “noche familiar”, una velada en la que priorizamos nuestro tiempo juntos. Como parte de nuestra adoración familiar, oramos y leemos las Escrituras juntos durante toda la semana. También hacemos énfasis en investigar nuestra historia familiar, aprender sobre nuestros ancestros y registrar nuestras experiencias en diarios para nuestros hijos y nietos. Muchas de nuestras prácticas son comunes (como reunirse para celebrar las festividades), pero otras son más distintivas (como otorgar un nombre y bendición a un nuevo bebé). 

No. El Evangelio de Jesucristo es para todos. Él invita a todos a venir a Él “sin dinero y sin precio” (ver Isaías 55:1). En realidad, los misioneros pagan para verte, ya que cubren sus propios gastos para ir a la misión. Los líderes locales de la iglesia y los maestros de las clases tampoco reciben retribución económica. 

Los horarios de las reuniones de la Iglesia varían de una congregación a otra. Sin embargo, siempre puedes contar con que habrá un servicio principal de adoración para todos, seguido de clases para niños, jóvenes y adultos. 

La reunión dirigida a toda la congregación se llama “reunión sacramental”, y consta de himnos, oraciones y sermones (o “discursos”) ofrecidos por diferentes miembros de la congregación. Pero la parte más importante de la reunión es cuando tomamos la Santa Cena (que es similar a la comunión) para recordar al Salvador.