¿Cuál es mi propósito en la vida?
¿Te has preguntado alguna vez de dónde vienes o por qué estás aquí en la tierra? Los misioneros pueden ayudarte a descubrir las respuestas, las cuales llenarán tu vida con mayor significado, felicidad y confianza.
Aprende sobre el plan que Dios tiene para ti con los misioneros
¡Gracias! Pronto recibirás un mensaje de confirmación.
Recibirás varios mensajes por correo electrónico y otros servicios de mensajería (por ejemplo, mensaje de texto o WhatsApp) para confirmar tu solicitud y ayudarte a prepararte para tu visita.
Los misioneros de tu zona se pondrán en contacto contigo pronto.
Estamos deseosos de hablar de las enseñanzas de Jesucristo contigo. Podemos reunirnos en persona o en línea.
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Personas reales comparten cómo descubrieron el propósito de Dios para ellos
Bill
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“[Mi plan] no me estaba llevando a donde quería ir. Sabía que quería algo distinto, pero no sabía qué era hasta que me presentaron a Cristo […].[Él] quería que lo siguiera y eso cambió toda mi perspectiva”.
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Alejandra
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“Tenía todo tipo de preguntas. ¿Quién era mi Salvador? ¿Me conocía el Padre Celestial? ¿Cuál era Su plan para mí? [Los misioneros] siempre estuvieron dispuestos y listos para responderlas y siempre tenían recursos para respaldarlas”.
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Hollis
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“Cuando acudo a Dios por causa de mis fracasos, sé que puedo llegar a ser mejor. Puedo seguir adelante […].Todas estas experiencias que he tenido en la vida me han dirigido hacia Él […].He podido ver quién soy como hijo de Dios”.
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Shelley
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“Sé que soy una hija de Dios […].Recuerdo que cuando nació [mi hijo] lo miraba a los ojos y me decía a mí misma: ‘Yo estuve allí […], vine del cielo. Tuve la confianza suficiente para decirle a nuestro Padre Celestial: Envíame, yo quiero ir".
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Qué esperar en tu visita
Nos emociona conocerte, ayudarte a sentirte más cerca de Dios y a encontrar satisfacción y propósito en tu vida. Así es como podría ser tu visita:
Nos conoceremos mejor.
Oraremos juntos.
Aprenderemos sobre el plan de Dios y el evangelio de Jesucristo.
Te invitaremos a adorar con nosotros en la Iglesia.