El primer autor fue el profeta Nefi. Él abandonó Jerusalén junto con su familia aproximadamente 600 años antes del nacimiento de Cristo, y se embarcó hacia lo que hoy es América. Nefi le entregó el registro a su hermano menor Jacob, y él a su vez lo transfirió a su hijo Enós. Cada escritor dejó el registro en manos de alguien en quien confiaba.

Después de cientos de años, el registro fue entregado a Mormón, un hombre que era un profeta y también un gran líder militar. Mormón condensó todos los escritos de varios libros en un solo volumen, grabado en delgadas hojas de metal, llamadas planchas. A este compendio, Mormón le dio el título de el Libro de Mormón. Antes de morir, Mormón le entregó las planchas a su hijo Moroni, quien le agregó algunas palabras antes de enterrarlas.

En 1823, el mismo Moroni quien enterró las planchas, apareció a José Smith como un ángel y le dijo en dónde se encontraban. José Smith tradujo las planchas al inglés por el don y el poder de Dios y el Libro de Mormón se publicó por primera vez en Palmyra, Nueva York, en 1830.