Encuentra sanación por medio de la comunidad
Las relaciones de afecto con familiares y amigos pueden ser una de las alegrías más dulces de la vida y brindar apoyo cuando estás pasando momentos difíciles.
Incluso si sientes que te encuentras solo ante tus pruebas, Dios siempre estará ahí para ti. Una comunidad de amigos y familiares que te aman también puede ser una ayuda poderosa para sanar traumas y enfrentar las mayores dificultades de la vida.
Jesucristo enseñó a Sus discípulos a estar unidos en fe y propósito. Él mandó a todos que se amaran y se sirvieran los unos a los otros, no solo a familiares y amigos, sino a extraños, e incluso, enemigos. Seguir Su ejemplo puede ayudar a los cristianos de hoy en día a seguir construyendo una comunidad amorosa y de apoyo que ayude a todos a acercarse más al Salvador.
La tecnología de hoy en día hace que sea más fácil que las personas se aíslen. Sin embargo, la Iglesia puede seguir siendo un lugar que reúne a personas de diferentes orígenes e intereses con un objetivo en común. Es un lugar donde puedes conectarte no solo con Dios, sino con otros miembros de tu comunidad.
Una comunidad fuerte es aquella en la que las personas dan y reciben, a veces ayudando a los demás y otras veces recibiendo ayuda. En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tratamos de mantener ese equilibrio mediante una práctica a la que llamamos “ministración”, en la que a todos se les asignan personas de la congregación a las que ayudarán a cuidar, y personas que estarán atentas a sus propias necesidades.
A medida que trabajas para acoger el poder sanador de la comunidad, estas ideas pueden ayudarte a crear tu red de apoyo:
-
La Iglesia es un lugar excelente para cultivar relaciones sólidas y duraderas. Los misioneros pueden ayudarte a encontrar nuestra Iglesia más cercana.
-
Organiza un evento como una parrillada en el vecindario o una tarde de juegos con tus compañeros de trabajo.
-
Busca un banco de alimentos u otro lugar en tu comunidad que necesite voluntarios regularmente y regístrate para ayudar.
-
Busca iniciativas locales en las que puedas conocer personas con intereses compartidos, como la hora de los cuentos en la biblioteca para familias con niños pequeños.
-
Organiza una reunión por videoconferencia con amigos y familiares que viven lejos.