Encuentra sanación por medio del arrepentimiento

Sean cuales sean tus errores del pasado, puedes comenzar de nuevo por medio de Jesucristo.

Un joven sentado reflexionando

Parte de tener una fe genuina en Jesucristo es tener fe en Su poder para ayudarte a superar los errores del pasado y las debilidades del presente. Puede que haya momentos en tu vida en los que te sientas destrozado e indigno de amor, pero nunca estarás fuera del alcance de la ayuda del Salvador.

El pecado es una carga pesada que te quitará la paz mental. El verdadero arrepentimiento elimina los sentimientos de vergüenza y pesar y los sustituye por paz. Alma, un profeta del Libro de Mormón, describió la angustia que sentía por sus pecados graves y lo que sucedió cuando se arrepintió: “Mi alma se llenó de un gozo tan profundo como lo había sido mi dolor”. (Alma 36:20).

Cuando te arrepientes, puedes confiar plenamente en la promesa de Dios de que no se acordará más de tus pecados (véase Jeremías 31:34).

Una mujer mira a lo lejos afuera

Una segunda oportunidad por medio de Jesucristo

Si estás tratando de cambiar, Dios te puede ayudar. Jesucristo sufrió, murió y resucitó para que tu puedas pedir y recibir perdón. Por medio de Él, puedes tener una segunda oportunidad. Él quiere ayudarte y darte la fortaleza para cambiar y ser una mejor persona. 

1:46

El arrepentimiento es una experiencia muy personal y no debe considerarse como una lista de verificación única que sirve para todos. Sin embargo, estos principios pueden ayudarte si no estás seguro de por dónde empezar:

  • Ten fe en que el arrepentimiento es posible por medio de Jesucristo.

  • Reconoce que has pecado.

  • Siente pesar y remordimiento genuinos por tus pecados.

  • Abandona el pecado.

  • Confiesa tus pecados a Dios por medio de la oración.

  • Haz la restitución apropiada.

  • Continúa haciendo esfuerzos sinceros por ser mejor.

Al pasar continuamente por el proceso del arrepentimiento, el Salvador te ayudará a experimentar un potente cambio en el corazón (véase Mosíah 5:2) y a llegar a ser más semejante a Él, con un mayor deseo de hacer el bien y resistir el pecado.

Un sinuoso camino azul
“Mas cuantas veces se arrepentían y pedían perdón, con verdadera intención, se les perdonaba”.

—Moroni 6:8 (Libro de Mormón)

“El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia”.

—Proverbios 28:13 (Antiguo Testamento)

“Venid ahora, dice Jehová, y razonemos juntos: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.

—Isaías 1:18 (Antiguo Testamento)

words and things

Explora más recursos